22.1.12

te odio

Aunque te burles, mágicamente encajamos y aunque lo detestes, me quedaré quieta, suprimiendo todo rastro de sensibilidad; evitaré todo roce, todo tacto. Juntemos tus ganas de vivir con mis ansias de superar a todo y a todos. Un vicio para olvidar, peor te describen las estrellas de este polo... Vivís en el suelo de predecible. Estuve mirando al mar como consuelo, patético refuerzo no te respiro y me enfermo.
Me intoxica tu ausencia, pero... ¿Vos también estuviste intentándolo? Ahora me río por no llorarte, es y será siempre tan evidente.. En estas épocas sepia extraño más que nada el trámite del calor.