27.11.11

vas a volver a herirme, otra vez.

¿Ya tomaste tu decisión de cagarte en esto y en mí por completo? A las dos de la mañana te pintó desaparecerte y a las cuatro te habías ido físicamente y yo dudo: ¿Querés que sea de mi vida?.
Dejame acá sola, no te hagas más cargo de mí.


Es mentira que me querés, ya me avivé de eso, y son mentiras las acusaciones que me hacés... para ver si en una de esas te justifica y te terminas sintiendo no-tan-mal. Te llevaste los cigarrillos que quedaban y me dejaste más que avergonzada en una soledad de domingo (en la que le muestro mi arrepentimiento por seguirte a todos lados al único que me escucha, el único que me hace transmitir calor y late) y ruidos que simulan tu esencia y me disfrazan de desesperada, que me joda sola la cabeza que me aprietan entre sien y sien, me hace llorar, me lastima.

Acogotá las cosas que te ahogan, la estoy pasando mal con tus manos violentas al rededor de mi cuello pero no me quejo, en una de esas me la merezco. Quizá es tiempo de que me vaya, quizá es tiempo de entenderte a vos y a tus órbitas. Alejarme... Qué frío que se siente, pero te quiero como para interpretarlo en un aburrido para siempre.  Pero me jode la mierda esa de tener que echarte, sólo para no sentirme tan patética cuando te vayas por tus propias, bien justificadas, bien heladas y una desesperación desde tu lado para que yo te ruegue. La diferencia entre nosotros va por el rencor que creció adentro mío por ser tu segundo recurso y tu peor pesadilla cuando tenés que dormir con tu cuerpo cerca del mío. Entre esas actitudes egoístas te siento como la forma más sádica de sofocarme progresivamente hacia un cariño no-recíproco, una inconsciencia no tan oculta y de confuso manifiesto. Manteniendo una ilusión que me devora en un largo insomnio que (encima) me la pinta de color rosa.
Pero empiezo a asimilar tus ignorancias con hechos en los que posteriormente te creí omnisciente, y no  pienso volver a darte algo sincero de mí, ni abrirme para recibir tu violencia que por desgracia me gusta tanto. No hablemos de razones si queremos, por lo menos, seguir viéndonos la cara... aunque en tu caso se te debería caer partida. Creo (en un noventa y nueve por ciento) que parece que con el tiempo que pasamos juntos no creció ni la experiencia ni el cariño, solamente la sed de competencia y ver quién es capaz de joder más al otro, algo de a dos pero esa idea te aburrió.
No te quiero ver la cara por lo menos hasta que me pueda ver la mía.

4.11.11

mis sentimientos y yo, vaya locura.

La evasión con todos estos años dio metamorfosis a mi vulnerabilidad interna, tan al extremo lo puedo llevar que me aniquilaría a mí misma con sólo un gramo más de hipersensibilidad. El único peligro de esta naturaleza compleja que llevo es la caída en el caos psicológico... matices sadomasoquistas como expresar intenciones con lapiceras ya casi vacías. No creo que el individualismo pase por un mundo privado, pero sí por uno interior  que se destaca cuando sueño despierta; más allá del físico que lo único que me excita es el excite.. el resto lo dejo a la imaginación. Y qué sujeta a la rareza se encuentra mi disposición, casi siempre negativa, por no quererme ni un poco aunque los titulados existan por mentiras; ¿Y què? ¿He de joderte mi falta de estima? si solamente es mía, y me afecta sólo a mí día tras día. Sè disimular mi alegría así como mi moral, mas demoro lo urgente, yo transformaría tus lágrimas, en último término, con las propias mías. Anciosa para ser aguda, intuitiva y pesimista, pero no me rige la nostalgia... que se me haga transparente el humo de tus penas es más difícil que atarme con cadenas; soy considerada sólo a la hora de con qué palo darte, y sentirme incomprendida podría empezar a alegrarme un poco más los días, si todos mis secretos son razonables y mis sentimientos indescriptibles pero no me detiene ni lo perverso de las noches que me la paso esperando por un dolor menos intenso. Me gustaría reciclar mi deshonestidad en algo menos hipócrita, sentir la muerte en vida por quedarme sin saliva ante tanta dureza, tanto desacuerdo torturado, tanto escapar me ha llevado a ningún lado. Mi receptividad puede tener sus espinas también, una perspicacidad tan desarrollada como la mía puede causarme confusión porque no entiendo todo pero quiero: tus destellos, los hechos, el entorno, tus labios atrapados en el morbo, y sin embargo no proceso tu desición; Absteniéndome a darte la verdad por áspera que es, sea y miente... sensibilidad... hacia la atmósfera mental del alrededor, el alrededor que acaba abarcando el cosmos. Escape que restaura mi fuerza de voluntad hacia mis creencias, hacia esta poco convencional extravagancia enfermiza.. que parece, por momentos, incapaz de pararse por si misma y por eso el desarrollo de mi craza de egoísmo voluntaria; frecuencia a arrastrarme entre dolor otra vez hacia la cama, con intención que el corazón no se despegue de las sábanas.
Pese a todos mis anehelos yo sé que algún día parada junto a mi amor sublime encontraré una esencia positiva dentro de mí, habiendo transpasado este tipo de épocas decoloradas, estas épocas que solo se sienten ricas en experiencia hacia el dolor, separaría mi culpa de la de mis sentimientos, sería implícito repetir una vez más esa de que no me la merezco, la imprudencia está cuando en vez de guiarme por el peso camino de rodillas entre espacios que se hartaron de escuchar mi risa.