10.10.10




Miré al rededor y no vi nada, y es que Maga, si mirás con los ojos cerrados jamás lograrás ver nada. y así terminé con suero en mis venas ¿y qué más yo quería? una muerte súbita y un cigarro lleno de tabaco, faso y dolor. poner el valor sobre la mesa parece que no sirvió de nada porque estoy acá parada. las balas me rozaron y sentí cómo el corazón se me estremecía, y es que cuando uno se pone demasiado peso en los hombros se puede salir lastimado, termino amarrada a lo único que me queda: tu despedida y mi triste vida intentó gritar
¿por qué todo va tan mal? me preguntás mierda eterna psicóloga puta, me dopás con pastillas para ser felíz, zorra de mierda jamás lo lograré. necesito tocar mis sueños pero no lo logro, son otra droga inalcanzable. no te engañes, no siempre es maravillosa la vida, no siempre son maravillosos los lugares a los cuales llegamos con las pupilas bendadas. ¿preguntarme a mi misma suma para algo? no. entonces alma respondeme por qué lo hago. soy del club de las inadaptadas, de las que nos herimos a nosotras mismas casi por norma. momento de desesperación, una se mata en cualquier parte, pero yo que he vivido toda la vida siempre sola, no quería morir sola también. pensé que en este refugio encontraría otros desdichos dispuestos a morir, y que alguno me tendería su mano, y llegué a soñar con una felicidad con esta locura de morir abrazada a alguien, de entrar al fin en una vida nueva por un compañero de viaje, es una idea ridícula ¿verdad?

5.10.10

una piba con la remera de greenpeace


Está dormida o finje que duerme, llega una mosca y se posa en su boca y sin embargo mi mundo termina en ella. Ya se cansó de dormir todo el tiempo en sillones y de taparse la boca para no gritar. Nunca supo buscarse la vida, su cuna fueron restos de un Mehari, cuando se enoja chisporrotea infumable. Se aparta corriendo de mamones zoquetes y siolos pipiolos y por las dudas nunca está cerca de las vías, sin mirar atrás, mirar atrás. Boca sucia, pequeña hechicera, una pendeja que hace de vieja tratando de que pique algún pavo ingénuo. El jean le apreta la fresa y ella es la reina, en paredones que escracha culeando su estrella. Suela con algún pajarraco que le de un pié y sople su amor y la alegría por la que su mundo gira. Se apreta corriendo demamones zoquetes y fiolos pipiolos, usa su lengua como un sable mientras se ríe y nos apura y por las dudas nunca está cerca de las vías sin mirar atrás, mirar atrás!

PR