Savior

Detesto confesar que será la última (auto-repetición constante, cuesta) en su nombre, mas nunca llegará a destino, el receptor se suicida con el texto. Aunque no me hartè de escribir sobre paredes esquizofrènicas, parece a nadie influencian mis párrafos, manifestaciòn de mi ausencia, ¿Me justifico?
Te malecì en el instante que me costò respirar, me apenan tus trazos de lápiz a seguir, aunque las mejores intenciones, quise darle un cierre a ésto y por tu miedo tuve que morderme toda; hay dolores que prefiero guardar para mì, hay rencores que prefiero suicidar. No saciè ningùn ego, nada de ésto fue justo (para ninguno, entre los dos)

No buscarè a nadie ni a nada, menos siendo una sensasiòn tan áspera, pero tengo todas las de dudar el encuentro de egoísmo en naturaleza tan concentrada como tras tus costillas, como nato, de tus brazos tatuados, de tu olor a humo en los ojos.

¡Súper maduro! Igual que a los catorce, pero con seis màs arriba, nadie se mató por vos; ¡Súper considerado! Me arrastraste a tu mierda, te enervaba la idea de que me ponga a tu par, que no me quede estancada. El único con derecho tenía que ser el que no se baña.

Desde que me apuñalabas,
mintièndome en la cara
persiguièndome por la calle
seguir de falso entre mis espinas.

A vos te saciaba la relaciòn sádica, no me tomo el lujo de usar tercera persona, fuimos vos y yo, y fuimos. No te interesò por segundos siquiera si me hacìas mierda, que chamuyes tan bruto frente a mi pendejo cuerpo. Porque vomitaste las palabras recién cuando podías llegar a tener una suerte de cuartada barata, vos y yo nunca a la par (en claro), no me dejabas escapar, me retenías cuando yo necesitaba liberarme, me habías dejado destrozada
Nada he de joderme tanto los intestios como abandonarte, no te quieras llevar lo que me queda de especial, que el resto te lo cogieras me hirió superficial nada más (ahora tengo traumas objetivos para re-relatar)
Y no voy a mandar a ningún órgano a detestarte, mas te hiciste sola la enfermedad y me contagiaste: agudamente inútil y sumamente fea ¿Felíz? perdí respeto hacia el espejo.

como factor no haberte podido enamorar,
como condición ser la humillada,
como consecuencia tener que despegarnos.
para siempre y despès del para siempre, como de entrada, cuando juré seguir con ésto aunque me tiemblen los tobillos, se arruinó. Me despido.