¿O todo esto de la hipersensibilidad me terminó de pudrir los sentimientos? Un cariño para ilusos, todo un dilema que viene junto con tus besos.
No soy feliz de suerte, eso ya no existe. Se me amarró con demasiada fuerza la inestabilidad (de mis tantas ironías lógicas, así como que mi soledad sea compañera) y aunque parezca lo contrario a diferencia de rescates físicos yo marco bien mis pisadas. No vuelo de prepotente, tampoco tengo por qué explicártelo... supongo que dentro de tu viaje también viste un par de mis fantasmas.
-¿Sentís perturbación antes de dormirte? ¿Sí? Fuera de mi cama. Que yo no le encuentro gusto a eso de estar desnudos sintiendo nada, que a mí me da menos de igual tu ropa o tu cara, tus cicatrices o tus medidas... no soy tradicionalista ni creyente en el matrimonio, pero me revientan las mentiras. Las asimilo con asuntos morbosos, estas situaciones también se pueden tornar delicadas.
¡Qué poco divertida tu despedida! Afinando tu silueta dentro de mi cabeza, yo quebré dentro del armario por no lamerte las retinas... o tragarme tus heridas y continuar en algo parecido a erguida hasta el suelo. Es asfalto transparente... tengo tanto más para dar aunque me tiemblen las ideas.
Planteo una protesta cerebral.
Es por miedo a tus sueños.
Es por ruidos de un fantasma con tu cara.
Es por encerrarme en una habitación gótica esperando el mañana.
Es por masturbarme con Lovecraft y no con una de lesbianas.
Es por perjudicarme a la antigua, entre mentiras rencorosas y telarañas.
Es por saturar al extremo los colores, en un mundo sin ejes cartesianos.
Es por el inconformismo de lo suficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario