No quiero tener que volver a meterme dentro de tu mirada para buscar rastros de vida... rastros de amor.
Yo ya veré cómo me la fumo, sola, por mi lado pero no pienso permitir que me dejes malparada... no te lleves mi último aliento, arráncame del pecho todo esta decepción. Y eso que siempre me dieron besos en el culo los comentarios, pero saber tener la certeza de saber que entregué mi corazón por nada y ni siquera me quedé con mi orgullo intacto... sería la basta razón para jamás querer volver a verte la cara. En nombre del rencor que soy capaz de guardarte te pongo toda mi fé, quiero confiar.
Me interesa saber, aunque me arda por dentro, cómo te pegó eso... no podés ser tan miedoso, sabés muy consciente que es algo inevitable. De la mano con tus síntomas traumáticos (si se le puede llamar, lease asterisco) vienen mis inconscientes conclusiones y me termino menospreciando a mí misma: no ser nada en tu vida, ¡Una pendeja efímera!
Confío sí, en la fortaleza de mis sentimientos como para mandártelos desde lejos, nos merecemos sentirlo tan fuerte como el otro.. y que esa sea nuestra única preocupación... amar más cada día más. Quiero que entiendas lo entregada que estoy y lo frágil a que me rompas en mil pedazos... no es justamente porque seas cualquiera.
Estoy orgullosa de cómo brillan tus magias supra mis bajones. Me amo. Maga.
* ergo mirada desviada, ergo cara pálida.
donde se encuentran personas con tanta entrega y sencibilidad hacia el otro... crei que ya no quedaban.
ResponderEliminarlos ojos de tu mirlo azul me intimidan..
ResponderEliminarSi te fijas en tu blog no hay una entrada que no trate acerca de lo mismo, se torna redundante. Fijate que en la vida hay mas cosas que espinas y miedo.
ResponderEliminar