17.5.11

Los ángeles lloramos solos, los ángeles que han perdido sus alas no lloran, no sufren, no pueden hacer nada porque ya han dado todo por perdido.. he dado todo por perdido.
Por amor a la decepción no me he rendido aún, paso del silencio no quiero escuchar tu razón no interesa cuando se juega el corazón de por medio. A penas y yo me entiendo.No te importa lo que reí, lo que lloré... si me quedé sin voz, asfixiándome a mí misma. Dando menos por menos que menos, fenónmenos que nos corrieron el alma a patadas. Gracias por las mi lunas, gracias por los intentos de lograr lo imposible, mi único regalo de despedida es confiarte que nunca lo has logrado. Pero tranquilo, billones de maravillas más nos esperan, cuando cruzes la frontera. Sólo hay que bailar sin azulez, bailar sin la luna, sin cristales, sin lágrimas. Abre tus costillas y déjame ver el interior de tu recipiente, ya lo he dicho pero lo repito; corazón semi-latente: en busca de alguien que lo entienda. No quiero ayuda, no quiero pena... Abandona la compasión. Perfume a tristeza, carícias con piel de lija. Atracción mental, magnetismo directo hacia las púas, es como una gillotina: en algún momento antes de poder darte cuenta todo ya habrá acabado. Yo ya no sé diferenciar pompones de las mentiras. Cuagulaciones ruidosas; pasando de colores a despedidas... nado entre sábanas, estrujando mi almohada cual esponja. Personas que dejaron alguna que otra marca en mi piel: -"lo superaré" - un clásico. Lamento ser menos crujiente que las botellas que dejamos abandonadas. Lo que más pesa cuando me impuso a mi misma a mejorar estadísticas son mis espinas, mis espinas: en ellas están gravadas las huellas de entes que se fueron así de rápido como vinieron, hoy me rio de todas ellas. Diploma a la mediocridad, un paraíso utópico me espera en otro lugar. Agradezco a la gravedad, perdón ley natural por desafiarte tan descaradamente. Hoy quiero llegar a des-amarte; mentí cuando te dije que no tenía ambiciones... es mi única esperanza.
Mi gato, Janis Joplin que suena, la luz, la tinta, la hoja lloviznada y un delirio en las tripas: todo me lleva a querer demostrarme más a mí misma, doliéndome.
Toda mi codicia me hizo querer buscar una salida paralela; para poder irme sin despedirme. Y ahí se fue, sobre el tren, mi última oportunidad de acero y como un carrousell viajando a ningún lado; como un blues, amargo y desde adentro de todo.
Pareciera que mi conciencia quisiera decir algo tapado por mis hemorragias. Si vivimos para aprender; ¿Por qué yo fui la que aprendió muriendo? porque quise lograr que mi luz llegue más allá de él y de sus verdades absolutas. Parásitos de euforia son los que se metieron en mi garganta y son los que hoy me prohíben reír, reír con fin de detonar otra distracción.
De mis 4 viviencias felices, sólo aprendí de una. Por experiencia yo no confiaría en nadie, mas por instinto he pisado una y otra vez el mismo ojo de pez. Y al que se atrevió con su boca a resaltar mi falta de compañía; bueno: no estamos solas, tengo a Maga y a mi alma, tengo a Maga y a mi cerebro que dicta opiniones. Obedezco a cualquiera de las cuatro, pero jamás daría cabida a uds, ajenos.
Palpitaciones olvidamos, ya olvidé el sentir de amar. Un trastorno que me lleva a cuentos zig-zag. Publico boletínes de pendejadas en mi cabeza, publico posesiones y lloro sólo en frente a las cuatro nombradas anteriormente. No forzaré más el corazón, y no rebajaré momentos por maltratos pequeños, por dolores inmensos, por pasiones ilógicas y, menos, por sus piedades.
No dejes de confiar en tu destino, no dejes de confiar en tu voz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario