Ángel Guardián.

Cuando me levanto con la izquierda, el primer golpe. Es tarde y el despertador absorbe tus primeras energías, lo llaman un nuevo día, pero yo sé que es igual. Dolor abdominal precede la reunión matinal. Y cada paso, pesa como calle abarrotada y cada caso, vi cada cara demacrada. Donde nada cuesta cero y gente vive sin un plan; Y barrotes de acero silenciarán lo que hablan. No sé dónde está mi ángel guardián, esa supuesta música de fondo; donde se esconde lo profundo y esa mano que se tiene. Siento cada lágrima y escribo por los codos. Yo estoy del otro lado, mucho más cansado pero vivo. Escucha lo que digo, lo mejor va a venir aún. Yo te haré de guía en ésta noche fría. Soy un ángel, no lo permitiría; por cada día que te sentiste vacía escribiría melodías moriría en el andén. Si todavía no me viste, siempre estuve cerca en cada paso, cada tropezón del corazón al borde del fracaso. En cada situación en que razón de nada sirve. Soy alas que te alejan de lo ruin, antibalas para malas lenguas; Dar tranquilidad y más apoyo algo de paz hasta que todo se serene. Harta del engaño, daños no caben aquí. Tuve mil caídas al vacío de líos del agobio que produce escalofríos. Y es que no valgo nada. Avanzo sola, nadie me da mejores momentos que patadas al corazón. Salí afuera, escuchá, mirá hacia arriba y decime si me sentís.

Casi puedo tocarte. -